Al expediente que investiga el doble crimen de las hermanas Liliana Funes y Lucía Zanón, en La Toma, se han incorporado nuevas pruebas que serían fundamentales para el desarrollo de la investigación, porque habría fotografías que revelarían la presencia de dos personas más en el vehículo de José Correa -único procesado por el crimen-, en la madrugada en la que fueron asesinadas las víctimas.
Con esas fotografías en la mano, los investigadores están tratando de llegar a la identidad de esas dos personas que habrían acompañado a Correa y que ratificaría que para lograr el crimen, necesariamente tuvo que haber la participación de más personas, puesto que está comprobado que las hermanas fueron degolladas en otro lugar y luego llevadas hasta donde fueron encontradas, tarea casi imposible para una sola persona.
Cada vez es más fuerte el rumor de que uno de los partícipes del crimen sería hijo y nieto de funcionarios provinciales y que por eso no hay casi testigos, puesto que se asegura que el miedo y las amenazas estarían al orden del día por los pagos tomenses. Inclusive familiares de Correa, han denunciado amenazas en su contra y en contra del propio José Correa, entre las cuales estaría la finalidad de que se haga cargo solo del crimen.
Pero las presiones han sobrepasado el ámbito familiar de Correa, toda vez que alguien vinculado a la investigación, le ha confiado a numerosos periodistas -siempre off the record- que habría recibido una comunicación de un alto funcionario, exigiéndole que se termine con la investigación y que directamente se lo condene a Correa.
Cuando se prenden los grabadores, el investigador desmiente automáticamente lo que minutos antes confirmó off the record, lo que indicaría que también se siente amenazado y prefiere guardar silencio mediático, aunque no total.
FUENTE: WWW.PERIODISTASENLARED.INFO